top of page

Un Espacio para Ti

Afrontar una situación de violencia  puede ser abrumador, pero cada paso que tomes es un avance hacia un lugar más seguro y saludable. Tómate tu tiempo, escucha tus emociones y recuerda que hay personas que están aquí para apoyarte.

01.

Date permiso de sentir lo que sientes

Es normal sentir miedo, confusión, enojo, culpa o tristeza. Ninguna emoción es incorrecta. No tienes que justificar lo que sientes, solo reconocerlo.

💡 Ejercicio: Escribe en un papel cómo te sientes hoy sin filtros ni juicios. A veces, poner las emociones en palabras ayuda a entenderlas mejor.

02.

Identifica lo que NO es tu culpa

La violencia nunca es culpa de quien la sufre.

Si alguna vez has pensado frases como:

  • "Tal vez lo provoqué..."

  • "Si hubiera hecho algo diferente..."

  • "No es para tanto, podría ser peor..."

💡 Detente y recuerda: Nadie merece ser tratado con violencia. El problema no eres tú.

03.

No te aísles: Busca a alguien con quien hablar

Cuando pasamos por situaciones difíciles, tendemos a cerrarnos y pensar que nadie lo entenderá. Pero hablar con alguien de confianza puede ser el primer paso para sentirte apoyada.

Opciones seguras:
 Una amiga, un familiar o una persona de confianza.
Un grupo de apoyo o comunidad de mujeres.

 

💡 Si no sabes con quién hablar, en MUREVI estamos aquí para escucharte. 

04.

Respira y recupera el control de tu mente y cuerpo

La ansiedad y el miedo pueden hacer que te sientas sin control. Aquí algunos ejercicios simples para calmar tu mente en momentos de angustia:

 Ejercicio de respiración 4-7-8:

  1. Inhala profundamente contando hasta 4.

  2. Sostén el aire contando hasta 7.

  3. Exhala lentamente contando hasta 8.

 

Ejercicio de anclaje:
Cuando sientas que la ansiedad te abruma, enfócate en 5 cosas que puedas ver, 4 cosas que puedas tocar,

 3 cosas que puedas oír, 2 cosas que puedas oler y 1 cosa que puedas saborear. Esto ayuda a regresar al presente.

05.

Conócete y pon límites emocionales

Una parte fundamental de sanar es entender tus propios límites y aprender a decir NO sin culpa.

 Ejemplo de límites saludables:
"No quiero hablar de esto ahora, necesito procesarlo."

 "No merezco que me traten así, y no voy a permitirlo."
 "Mis emociones son válidas y no necesito justificarme."

 

 💡Aprender a poner límites es un proceso, pero es una herramienta poderosa  para recuperar tu bienestar.

¿QUÉ SIGUE? EL PRIMER PASO PARA SALIR ADELANTE

Si te identificas con alguna de estas emociones o situaciones, no tienes que enfrentarlo sola. Hay opciones de ayuda para apoyarte en el proceso de recuperación.

bottom of page